Ayer acudimos al cine para ver el remake del clásico ochentero Robocop. En esta ocasión la película no está protagonizada por Peter Weller, sino por un actor poco reconocible de Hollywood, Joel Kinnaman (El invitado); a Kinnaman acompañan grandes estrellas de la industria como Michael Keaton (Batman de Tim Burton), Jackie Earle Haley (Pesadilla en Elm Street 2010), Samuel L. Jackson (Jackie Brown) y el gran Gary Oldman (El quinto elemento).
Por regla general los remakes tienden a destruir por completo la esencia de las películas originales, no obstante, y le pese a quien le pese, debemos decir que este no es el caso.
Robocop 2014 conserva la esencia del Robocop original, aunque adaptándolo al público del siglo XXI; conservando la reconocible canción original de la saga (que podemos oír en más de una ocasión durante la película) o la mítica frase de Robocop: "Vivo o muerto esta noche vendrá conmigo".
Aunque el Robocop de esta nueva entrega lleva la armadura de color negro, podemos verla en el color plateado original en varias ocasiones durante la película. Los efectos especiales conseguidos en los momentos de las operaciones para reconstruir a Murphy y la visión de los pocos órganos que le quedan tras el accidente están, sin lugar a dudas, realmente conseguidos y parecen totalmente reales.
En este caso, la trama cambia algunos matices con respecto a la primera entrega del famoso policía cyborg; en el remake el accidente que convierte al detective Alex Murphy en el candidato ideal para su conversión en Robocop es una explosión en su coche, y no un brutal tiroteo. La película muestra algo que en la primera entrega de Robocop original no pudimos ver, y es la relación de Clara Murphy y su hijo a lo largo de la historia, y como sufren en la medida que OmniCorp (OCP) no les permite ver a Alex, o experimentan con él.
La película tiene un gran trasfondo y un mensaje muy latente, entre las escenas de acción, como, en cierto modo, una queja a la sociedad corrupta y ansiosa por conseguir más dinero de hoy en día planteando cuestiones filosóficas de gran relevancia sobre la vida y la muerte o sobre la capacidad del libre albedrío del ser humano.
En conclusión, si pensais que ir a verla será un error estáis muy equivocados. Es un remake muy entretenido y agradable, que respeta a la perfección la figura de Robocop, y tan solo la hace más apropiada para la actualidad. Como siempre la actuación de Gary Oldman es la más memorable del filme, pero la del resto del elenco es sobresaliente del mismo modo.
Aunque si buscáis los ríos de sangre que brotaban de cada disparo en las Robocop mayores de 18, no olvidéis que esta es para mayores de 13 nada más.
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