viernes, 5 de septiembre de 2014

Crítica Jersey Boys

Jersey Boys



Clint Eastwood ha vuelto a la gran pantalla con su nuevo trabajo, Jersey Boys, que narra la historia del famoso grupo musical The four seasons, el cual vio la luz allá por los años 60 en Nueva Jersey.
Eastwood vuelve a colocarse tras las cámaras en la que ya es su trigésimo sexta película como director.

Posiblemente no sea el mejor trabajo del más que veterano director norteamericano, y desde luego despunta notablemente de las producciones a las que estamos acostumbrados con Eastwood (que ya nos sorprendió notablemente con Más allá de la vida, pues son películas que se alejan mucho de su estilo cinematográfico). Es muy probable que nadie pudiese haber predicho nunca que Eastwood fuese a dirigir una película musical inspirada en un famoso musical de Broadway.


Uno de los puntos más acertados de la película ha sido la elección del reparto de la cinta, pues todos ellos son verdaderamente cantantes con un pequeño o nulo curriculum en el cine o la televisión, consiguiendo por tanto un nivel de calidad en las canciones mucho superior que de haberlas interpretado actores conocidos dedicados mayoritariamente a la interpretación.  

John Lloyd Young (al que pudimos ver en algún episodio de la serie Glee) interpreta la personaje protagonista de la película, Frankie Valli; Vincent Piazza (Boardwalk Empire) se mete en la piel del problemático miembro del grupo Tommy DeVito; Michael Lomenda interpreta al Ringo de The Four Seasons Nick Massi; y por último Eric Bergen al compositor y última incorporación del cuarteto Bob Gaudio.
Apariciones de actores más conocidos en un segundo plano como secundarios como Christopher Walken (Pulp Fiction) que interpreta al capo de la mafia Gyp DeCarlo.



La película se desarrolla en una ambientación perfectamente lograda desde los años 60 hasta el año 1990, apreciando los cambios en la moda de los protagonistas, los decorados, los vehículos, los estilos musicales y la estética. 
Es imprescindible en la trama la presencia y la influencia de la mafia italiana en Nueva Jersey, a la que al menos dos de los integrantes del cuarteto pertenecieron de jóvenes y que, en cierto modo, les ayudó a impulsar y catapultar sus carreras musicales con el respaldo de poderosos jefes de la mafia.

Es interesante los momentos de la película en los que los protagonistas dejan de actuar en la película para mirar por un instante a cámara y dirigirse al propio espectador y explicarle algo de la historia.



Una historia realmente conseguida con clave de musical que nos introduce en los altibajos de uno de los grupos musicales más influyentes e innovadores de los 60 y 70 con canciones clásicas que todos sabremos identificar al instante, o como mínimo nos sonarán.

Una película que introduce en algunas salas de cine españolas una interesante novedad conocida como el "Sing along" donde el espectador podrá cantar y bailar las canciones de la película durante la propia proyección ayudado por las letras de las mismas en el bajo de la pantalla. Una novedad que llega a nuestro país y que ya ha sido introducida en un amplio número de salas por todo el mundo.

En definitiva, la nueva película de Eastwood no quita el hambre pero si que lo adormece temporalmente. Muy entretenida y perfecta para los amantes del cine musical, que cumple con todas las pautas de dicho género cinematográfico. 
Una gran puesta en escena, interpretaciones brillantes, una ambientación perfectamente conseguida y un amplio abanico de canciones geniales.

Valoración:


7/10


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