jueves, 18 de septiembre de 2014

Crítica Líbranos del mal

Deliver us from devil



Líbranos del mal es una de las apuestas que podemos disfrutar en la cartelera estas semanas dentro del género cinematográfico del terror y haciendo una nueva historia muy relacionada y cercana a la historia de las posesiones diabólicas y exorcismos.

La película, protagonizada por Eric Bana (Troya) y Edgar Ramírez (Ira de titanes), gira en torno a un policía de la ciudad de Nueva York que, junto a su compañero, tendrá que hacer frente a unos misteriosos crímenes relacionados, como descubrirán más adelante, con un equipo de marines recién llegados de una misión de la que no han regresado solos, sino que han traído una fuerza maligna con ellos, la cual será responsable de un amplio número de eventos paranormales que requerirán la ayuda de un jesuita experto en exorcismos.



Desde luego que Líbranos del mal no es la mejor película de terror que se haya producido en el último año, ni de lejos, sin embargo es una película que tiene un halo misterioso y que sobre todo en el principio engancha mucho y para bien al espectador.

La idea de una pareja de polis que durante su turno nocturno son testigos de sangrientos y horrendos crímenes es algo que no ha sido muy explotado en el mundo cinematográfico, y el misterio y la tensión del principio en torno a sus redadas o a una escalofriante búsqueda por un zoo se van enfriando dejando lugar a una parte más predecible de la película.

Sin embargo el hilo conductor de la película se mantiene indemne a medida que tienen lugar los acontecimientos, si bien la película se enfría más adelante son esos primeros tres cuartos de hora los que realmente gustan.
La idea de traer el mal desde tierras lejanas, al más puro estilo de El exorcista, aunque con el cambio de arqueólogos a marines, que continua siguiendo con la línea de fuerzas del orden en la mismísima ciudad de NY, que retrata la realidad de la policía durante el ejercicio de su labor a la vez que se introduce el elemento paranormal en ella.



Las película es una tensión constante hasta que por fin dan con el "líder" de este grupo de endemoniados (pues se trata de un grupo). Una vez llegados a ese punto la película pierde originalidad y chispa, que sin dejar de ser entretenida a la vez de llamativa ya no rompe tanto con los esquemas del cine de terror y exorcismos mezclados con el cine policiaco y pasa a ser una más del montón.

Como es de esperar en una película de este calibre, algún que otro susto está garantizado, aunque no tantos como se podría suponer, y desde luego, a excepción de uno o dos, en circunstancias de poca trascendencia o nula importancia.

Aún así, los endemoniados dan auténtico miedo gracias a la brillante labor de caracterización por parte del equipo de maquillaje; dedos en carne viva y sin uña, rostros inexpresivos y repletos de arañazos o cicatrices y cuerpos que son literalmente un texto sangrante a base de heridas en la carne, que junto a las brillantes interpretaciones de los villanos, dirigidos por Sean Harris, resultan altamente creíbles.



Cabe destacar de la película, tanto por interés en lo que a materia de exorcismos se refiere como a realismo y calidad a la hora de simular un exorcismo, la escena final en la que Bana y Ramírez se proponen expulsar al demonio que controla al personaje de Harris en la misma sala de interrogatorio en la que se encuentran, citando y explicando las distintas fases a las que se somete en ente que se pretende expulsar durante el ritual, con la correspondiente ilustración.

En definitiva, es una película muy entretenida, que sin llegar a ser ninguna obra de arte abre la puerta a la más que interesante combinación o binomio entre el mundo de la policía y el mundo de los exorcismos, que sin lugar a dudas podría ser ampliamente explotada.
Las interpretaciones protagonistas masculinas son dignas de mención, recuperando cierto protagonismo del que Bana gozó en otros tiempos con Troya o Hulk, puesto que en sus últimas películas ha quedado relegado a un segundo o antagónico plano, como vimos en Star Trek de J.J. Abrams.

Valoración: 


6/10



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