miércoles, 29 de octubre de 2014

Crítica Ninja Turtles

Ninja Turtles


De la misma manera que la industria del cine no se cansa de sacar nuevos remakes y adaptaciones de clásicos de la televisión y del cine, nosotros no nos cansaremos de reafirmar esta realidad.
El problema con estas nuevas versiones es el de siempre, que aún pretendiendo realizar unos buenos trabajos de calidad, no siempre consiguen un buen resultado y dejan a sus predecesoras casi con "el culo al aire".

La nueva versión de las Tortugas Ninja, podríamos decir, se encuentra justo en la frontera entre los dos extremos. Es una película cercana a ser un bodrio, pero por lo que sea, se ha conseguido salvar de serlo por completo.
Y es que es indudable que la película tiene un componente nostálgico que nos evoca a la serie de animación original que dio a conocer a estas extrañas criaturas.


La película reinicia por completo la saga, creando un origen nuevo, pero respetando en lo imprescindible a la serie original y las películas anteriores. Esta franquicia precisamente ha sido ya explotada hasta el límite, dos veces antes que esta trataron llevar a las tortugas a la gran pantalla y las dos fueron un fracaso, aunque la primera de ellas solo a medias.

Es cierto que la película de este año consigue adaptar la historia con mayor precisión e introduce la trama de Leonardo, Rafael, Michelangelo y Donatello en pleno siglo XXI con un acierto superior a las anteriores, sabiendo compaginar aceptablemente las artes marciales tradicionales con las nuevas tecnologías y armas de la actualidad.


La historia de la película, en verdad, no esconde ningún secreto demasiado intrincado y desde luego es el mismo tópico de siempre explotado hasta la saciedad. Las tortugas andan por Nueva York luchando contra el "clan del pie" dirigido por el ya conocido enemigo de las tortugas, Shredder, que pretende liberar una toxina en la ciudad con el fin de controlar la gran manzana y poder lucrarse cuando su discípulo, al mando de una gran empresa de investigación, venda la cura.

No es nada nuevo, ni mucho menos es ninguna maravilla. Un montón de tópicos sobreexplotados  con la discreta firma del director Michael Bay, cuyo papel en la película es únicamente de producción, pero podemos ver su estilo en toda la película.


El reparto "humano", dejando de lado a las criaturas recreadas por ordenador y dobladas posteriormente, esta compuesto por la cara bonita de Megan Fox, que hace poco más que incordiar en la película interpretando a April O´Neil; William Fichtner, uno de los secundarios por excelencia en esto del cine; y Will Arnett, dando vida al cámara de O´Neil Vernon Fenwick, bastante mas atontado de lo normal.

En definitiva, la película es entretenida. Pasas un rato viéndola y listo. El guión es bastante flojo y lo único que lo salva son algunos de los chistes y coñas por parte de Michelangelo a lo largo de la película. Poco más da de sí.

Valoración:

4/10



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