viernes, 2 de enero de 2015

Crítica Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia)

Birdman (or the unexpected virtue of ignorance)


Desconcertante pero mágico es el viaje que nos ofrece el director mejicano Alejandro González Iñárritu en su salto del drama a la comedia.

Es cierto que recurrimos al término comedia cuando realmente no se trata de una comedia propiamente dicha. Amén de sus cinco o seis golpes de gracia a lo largo de la película la trama trasciende bastante más de lo que podría hacer una comedia.

Michael Keaton, Emma Stone, Zack Galafianakis, Naomi Watts y Edward Norton son los encargados de dar vida a la última obra de Iñárritu, para la cual, y no sin antes habernos comido mucho la cabeza para llegar a comprenderla, sólo tenemos buenas palabras.


La historia de la película gira en torno a Riggan Thomson (Keaton), un machacado actor de cine que de joven dio vida a un superhéroe conocido como "Birdman" en una trilogía de ficción, que decide dar el salto a la producción y dirección teatral tras años de fracasos personales y laborales.

La trama de la película, con sus dos horas de duración, se desarrolla prácticamente de manera íntegra en Broadway y Times Square pero más concretamente tiene lugar en el interior del teatro donde se está representando la adaptación de Thomson de una novela.

El punto o la chispa del asunto se irá desarrollando con los personajes en torno a Thomson: su hija recién rehabilitada de las drogas, su mejor amigo y abogado, su ex mujer, su actual pareja y un actor con el ego demasiado subido que quizás sea la única esperanza para que la obra de teatro funcione.


Lo más paradójico del asunto, y que hay que decir tanto si el lector lo sabe ya como si no, es que Michael Keaton da vida a un actor cascado que interpretó a un superhéroe de joven cuando Keaton realmente lo hizo. Y es que Keaton no es ni más ni menos que el Batman de Tim Burton que todos recordamos enfrentándose al Joker de Nicholson y al pingüino de DeVito.

Es realmente divertido ver como alguien así da vida a un individuo que perfectamente podría haber sido Keaton hoy en día.
Las referencias al cine de acción heroico actual, en tono de sátira y queja son constantes. Comentarios sobre George Clooney (que también fue Batman) y su mentón perfecto por parte de Keaton, o sobre los años de estreno de sus películas (que coinciden con las de Batman) son algunos de estos guiños que se pueden apreciar en la película y nos hacen tanta gracia.

Al margen de eso, es una contrapartida o una queja a este cine de superhéroes al que todos estamos enganchados hoy en día y que se enfoca en la película como si ahora para triunfar en el mundo del cine hubiese que hacer una película de superhéroes. 
Es evidente que los blockbuster son mucho más frecuentes en el cine actual, y las extensas sagas o los super efectos especiales. Pero quizás el cine independiente, no por ello de peor calidad, sino tan solo más modesto en producción, queda marginado por el espectador. Ese es uno de los mensajes o toques de atención de la película.


En definitiva, es una gran película. Toda la película en un entorno prácticamente idéntico y en plano secuencia constante, lo cual no hace para nada la película más aburrida.
Tal vez sobre media hora de metraje, y es que llega un punto en el que no se sabe cuando va a acabar.

Keaton está de 10. Realmente se merece cualquier reconocimiento al que esté nominado y es que él sólo se como la pantalla. Está enorme en el papel de actor obsesionado por ser el centro de atención, aunque lo trate de negar, que solo busca ser el objetivo de los flashes y no le importa tener que llegar a límites peligrosos para sí mismo con tal de conseguirlo.

Del resto del reparto, Norton y Stone son los que más sobresalen, el resto quedan muy delegados a segundo plano, y desde luego tanto Edward como Emma son una fuente constante de talento interpretativo en la película. Unas interpretaciones a la altura.

Elegante, llamativa y extraña es como definiríamos la película. Tiene su propio toque, su esencia y sus mensajes sobre las relaciones y los problemas que cada uno puede tener en su día a día y que se deben exteriorizar de la manera que a cada uno le sea más sana.

Valoración:

8/10




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