viernes, 6 de febrero de 2015

Crítica de Kingsman: Servicio Secreto

Kingman The Secret Service


Queda consolidado que Mark Millar ha dado con su perfecta otra mitad al aliarse con Matthew Vaughn. Kingsman es la tercera vez (cuarta si tenemos en cuenta que ambos han trabajado con X-men desde sus respectivos campos) que el realizador cinematográfico y el guionista de novela gráfica se alían para llevar a la gran pantalla el éxito del papel.

Ambos muy vinculados con Marvel y ambos caracterizados por su forma de destacar en el cine y en los cómics, cada uno, han formado unión para adaptar las dos primeras entregas de Kick-Ass y Kingsman.

Mark Millar es conocido por haber dado voz a los grandes superhéroes de Marvel en algunos de sus volúmenes más admirados y leídos, como es el caso de la Civil War, algunos Ultimates o El viejo Logan, pero también es conocido por hacer grandes obras llevando al papel personajes que rompen, en cierto modo, con su estereotipo.
Un superhéroe más bien inútil o unos espías nada convencionales son su forma de dar un giro de tuerca a dos de los temas más recurrentes en la ciencia ficción. Y ambas recetas han tenido éxito.


En esta ocasión conocemos a los Kingsman, una entidad de sastres-espías dispuestos a hacer todo lo que sea necesario por mantener el orden y la paz mundial.

Cuando la supervivencia de la humanidad corra un inminente peligro los kingsman deberán dar con un nuevo miembro, a la altura de las circunstancias, que sepa suplir un hueco vacío.
Aquí entra en juego la figura de Eggsy, el típico chulo de barrio pero con gran potencial que se quedó huérfano siendo muy pequeño.
Para él todo cambiará cuando el destino le encuentre con Harry Hart, antiguo compañero de su padre y miembro de la mencionada organización de espías.

Harry mostrará una fe ciega en el chico y decidirá presentarlo como candidato para ese puesto libre en los kingsman. Pero para convertirse en un agente secreto deberá pasar un duro entrenamiento y salvar el mundo de un peligroso y gangoso villano.


Un reparto explosivo, como cabía esperar, para una película de estas magnitudes. Y aunque la voz cantante recae sobre un interprete hasta ahora más bien anónimo, Taron Egerton, no defrauda lo más mínimo su papel, y desde luego no da la sensación de ser un mequetrefe al que no le pega este tipo de cine.

Colin Firth ("El discurso del rey"), Mark Strong ("Sherlock Holmes"), Samuel L. Jackson ("Pulp Fiction) y Michael Caine ("Origen") se encargan de aportar esa veteranía tan necesaria en la película y un punto cómico.

Firth y Jackson son los que destacan, al margen de por la brillantez de sus interpretaciones, por lo llamativo y divertido de sus personaje. 
En una mano tenemos al pulcro y elegante caballero inglés, miembro de un importante grupo de espías con cien años de antigüedad, y unos férreos principios; y en la otra mano, a un brillante y multimillonario informático que ha creado todo un imperio de tecnología, a pesar de sus groseras maneras y su gracioso tono de voz, que amenazará con destruir el mundo con la ayuda de su letal guardaespaldas.

Cabe destacar la aparición estelar, casi cameo, de un irreconocible y muy envejecido Mark Hamill ("Star Wars: La guerra de las galaxias una nueva esperanza") que vuelve al cine tras tantos años sin pasar desapercibido, estrategia para irnos acostumbrando a su vuelta en la inminente Star Wars Episodio VII.


En definitiva, nos encantan estas visiones conjuntas de Millar y Vaughn sobre los antihéroes que tan bien plasman en su trabajo. Para llevar al cine una versión de algo que ya existe se necesita tener las cosas muy claras para no destrozar algo que ya es conocido y admirado por muchas personas.

Del mismo modo que hizo con Kick-Ass, se consigue plasmar ese halo tan violento y sangriento que caracterizan a los cómics. Se da mucho detalle a las escenas de acción y peleas con sus respectivos tiros, golpes o amputaciones, las cuales muestran a la perfección la brutalidad de la escena. Es por eso que tampoco escatiman con la sangre.

El humor está asegurado en la película, y todo el que quiera verla puede ir tranquilo de saber que va a ver una gran película de acción y espionaje con más de una escena de lo más desternillante, cualidad que hay que agradecer a un guión muy sólido y llamativo.

Esperamos que este binomio siga durando por mucho tiempo más. Del mismo modo que ansiamos que al final Kick-Ass 3 consiga ver la luz (a pesar de lo poco probable que parece ahora mismo) no nos quejaríamos lo más mínimo de poder disfrutar con una secuela de Kingsman: Servicio Secreto.

Valoración:

8,5/10




No hay comentarios:

Publicar un comentario