miércoles, 11 de febrero de 2015

Crítica de La teoría del todo

The theory of everything 


Los biopics son otra de esas cosas que ahora andan a la orden del día. No es de extrañar que cada cierto período de tiempo, generalmente pequeños, la historia de algún personaje real asalte la cartelera con una película que gire en torno a su vida o algún acontecimiento importante de dicho personaje.

En este ocasión le ha tocado el turno a Stephen Hawking, el que posiblemente sea el físico y científico vivo más prestigioso y conocido del mundo aparece en una película dirigida por James Marsh en la que Stephen y su primera esposa, Jane, son los mayores protagonistas de la cinta.

Una emotiva y dura historia capaz de encandilar al espectador durante dos horas y que está siendo reconocida en los diversos certámenes cinematográficos con múltiples nominaciones y victorias, una gran aventura que veremos como culmina el próximo 22 de febrero con la entrega de los premios Oscar.


Inspirada en el libro homónimo sobre el primer matrimonio del físico, escrito por la propia Jane Hawking, está magnífica película ha podido ver la luz y dar a conocer una faceta poco conocida del físico, una cara de la moneda más humana y sentimental que permanecía oculta.

La historia se inicia en los últimos años de facultad de Stephen, durante los cuales conocerá a Jane, la mujer de la que se enamorará, con la que se casará y con la que compartirá 26 años de su vida, y posiblemente los años más duros y difíciles.

Es en esta relación en la que hace hincapié la película. Busca describir la relación que la pareja tuvo durante todo el tiempo que duró su matrimonio, e incluso la relación que mantuvieron posteriormente de su ruptura.
Hace alusión a todos los problemas y dificultades que tuvieron que soportar desde que a Stephen le diagnosticaran esclerosis lateral amitrófica cuando solo tenía 21 años, augurándole simplemente una esperanza de vida de dos años, hasta prácticamente hoy en día.


Los claros protagonistas de la cinta son dos actores relativamente muy jóvenes que, tras hacer varios trabajos en un segundo plano, saltan por fin a papeles protagonistas y abren la puerta a nuevos proyectos de mayor calado que lo que habían hecho hasta el momento.

Eddie Redmayne ("Los miserables") y Felicity Jones ("La mujer invisible") dan vida a Stephen y Jane Hawking en esta película tan cargada de emociones e inteligencia.

Es, sin duda alguna, el papel que lleva a cabo Redmayne el que más sobresale en la cinta. 
Se aprecia una evolución y a la vez degradación del personaje que son sorprendentes. Todo un ejemplo de concienzudo estudio del personaje en todo; los gestos, los movimientos, los rasgos faciales e incluso los tics. Realmente parece ser que sea el propio Stephen Hawking el encargado de protagonizar la película y no Redmayne como lo es en realidad.

Para nada nos sorprenden todas sus nominaciones y premios ganados por esta interpretación y no nos chocaría demasiado que se lleve el Oscar a mejor actor protagonista, a pesar de que Michael Keaton sea nuestro favorito por su "Birdman".

Por su parte, Felicity Jones, con un papel no tan complejo, lo cual no significa que no sea equiparable o igualmente elaborado, sobresale agradablemente en la cinta, y unida a Redmayne llevan la película a lo más alto que se podría llegar.


En definitiva, una pequeña obra maestra de la que todo su equipo puede estar más que orgulloso.
Desde la caracterización de los personajes, sobre todo el de Stephen, a la iluminación y la magia de los paisajes británicos como escenario de la obra, hasta las interpretaciones de sus estrellas y de su director hacen de la película algo precioso.

No resulta cansina ni pedante, a pesar de contener un elemento físico que, como es de esperar, tiene una gran peso en la película. Esto se debe a que la película se centra en las relaciones de Stephen con su familia y amigos, con sus hijos y sobre todo con Jane. 
Los elementos puramente físicos o teóricos son introducidos de forma furtiva, casi sin darnos cuenta. Desde luego no se hacen pesados e incluso despiertan el interés del espectador a profundizar sobre el tema.

Es una gran película, muy digna de haber llegado al punto en el que está y merecedora de todo reconocimiento por parte del público y la crítica.
Emociona al espectador y nos descubre otra visión sobre el mundo y la vida, sobre la dedicación y el esfuerzo. 

Valoración:

8/10







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